Para conseguir esto, debía dejar sus tierras y viajar a los que algunos llamaban "Vieja Tierra" o "Continente Anciano". Todo esto con sus evidentes riesgos y costos financieros. Además, para complicar todo, la Feliz Princesa Berny decidió que ninguno de sus conocidos era lo bastante confiable para acompañarle en esta mágica aventura. Siendo así asumió todos los riesgos en soledad.
El primer paso de esta gran aventura fue abandonar su pequeño reino perdido entre las montañas, los lagos y los ríos para partir hacia otro lugar donde existían magos capaces de transportar a las personas de un lugar a otro, aunque se encontrasen con obstáculos tan grandes como la inmensidad marina. Abordó un transporte terrestre que en muchas horas la dejaría en su primer destino, déjando a cargo de todas su pertenencias a su fiel compañera Cheliwisis Kirby Mode. Para amenizar el camino, se transmitieron programaciones holográficas que provocaron en la Feliz Princesa Berny ganas de vomitar su cena. Decidió dormir y sus tiernos recovecos mentales, le llevaron a imaginar un lindo paisaje, un avión-misil explotando y quemaduras de tercer grado.
Tras aquel lindo sueño, decidió no dormir más, pero por suerte ya estaba llegando a su destino así que no fue mucho drama el tomar esta decisión. Dedicó ese día a transitar por la concurrida ciudad y a purificar su alma para el día siguiente.
Llegada ya la hora de embarcar, todo fue más rápido y fácil de lo esperado. Aquellos mágicos seres sabían hacer muy bien su trabajo o eso parecía. Hasta que llegó el siguiente obstáculo. Para llegar a su destino final, debía para antes en un reino cercano, donde había que realizar el tránsito de manera individual, puesto que los mágicos seres no podían estar en todos lados. De cualquier forma, una vez en aquel reino cercano descubrió que aquel temido demonio llamado burocracia aeroportuaria se había comido todo su equipaje. Por suerte, la Feliz Princesa Berny no estaba sola contra aquel monstruo, puesto que había contratado a un buen hombre para ayudarla en su traslado. Este buen hombre también fue útil para derrotar al demonio. En el camino, la Feliz Princesa Berny se encontró con una pareja de viajeros, que venían de tierras tan lejanas que ni siquiera hablaban el idioma común. Por esto, ocupó sus poderes bilingües y formó una alianza con ellos hasta que finalmente el demonio fue derrotado y el equipaje regresó.
Entonces, una vez en camino al siguiente punto de transporte, la Feliz Princesa Berny y el buen hombre debieron enfrentar a un nuevo adversario: las protestas públicas.
Este sin embargo resultó ser un enemigo inderrotable y lo mejor que se pudo conseguir fue continuar el camino a través de él hasta finalmente dejarlo atrás. Una vez en el destino, la Feliz Princesa Berny despidió al buen hombre y se sentó a esperar que llegara su turno de transportarse.
Cuando el sortilegio empezó, la Feliz Princesa Berny, optó por caer en brazos del sueño, ya que era la mejor opción en aquellos momentos. De todas formas y a través de pequeños saltos espaciotemporales, vislumbró retazos de mar infinito, nubes y comienzos de continente.
Al fin acabó aquel inmenso viaje y abandonó el lugar especial para el transporte, acompañada por otro buen hombre y dos personas más que también iban a la aventura. Todos juntos, se dirigieron a su próximo destino: el edificio que les prestaría alojamiento en aquella primera parada, a la que solían llamar "Madrid". Descendió del medio de transporte que los llevó hasta allí para luego registrarse y retirarse a sus aposentos.
Una vez allí, la Feliz Princesa Berny se arrojó sobre la cama para luego dar un par de saltos sobre ella. Ya había llegado al "Continente Anciano" y estaba un paso más cerca de cumplir su misión.
PD: Dije que algún día... Y algún día también estará el vl 2! Disponible en español y en español!
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